miércoles, 22 de julio de 2015

REFLEXIONES SOBRE EL APRENDIZAJE E INSTRUMENTOS DIDÁCTICOS.



  • MIS REFLEXIONES ACERCA DE MI TRABAJO DOCENTE

    Sin lugar a dudas por medio de las presentes lineas refirmo mi compromiso de seguir estudiando y esforzándome para lograr que mis alumnos reciban una educación de calidad como es su derecho y como es nuestra obligación para con ellos, para con nosotros mismos y para con nuestro México y para con los padres de familia que han confiado en nosotros, la formación de sus hijos como factor de cambio de nuevas generaciones de mexicanos, debemos estar en movimiento constante para aprender de los errores y comprometernos con nosotros mismos y con nuestros alumnos para que asistan a nuestra clase con gusto, con interés y convencidos de que van a aprender de nosotros, si nuestros alumnos se aburren en nuestra clase, es mejor que reconstruyamos nuestra actividad docente o bien, nos dediquemos a otra cosa, los alumnos son lo primero. Si logramos un cambio benéfico nos sentiremos honestamente útiles y todos valorarán nuestro trabajo.
    Es una realidad que ya nos alcanzó, el hecho de que las tecnologías modernas de la información y la comunicación nos obligan día con día a perfeccionar nuestros conocimientos profesionales y las técnicas didácticas acordes a ello, con la finalidad de encontrar  entre otras cosas: El sentido de cada sesión, sus contenidos, lo que pretendemos  aportar les a nuestros alumnos, y relacionar todo esto con lo que ellos saben, han vivido o incluso, lo que van a utilizar en su vida profesional futura. Desde mi punto de vista, un paso más que debemos dar en nuestra tarea docente, es el de aplicar ejemplos prácticos en cada tema, de manera de que el alumno despierte su interés de manera inmediata y se lleve en la mente el desafío de resolverlos. Por último, considero también que tenemos el reto permanente de buscar nuevas formas de comunicación que enriquezcan el proceso de enseñanza aprendizaje, para ello, no podemos diferir más el conocimiento de las nuevas tecnologías antes mencionadas.
    Es verdad que la mayoría de los docentes iniciamos nuestra labor en las aulas sin las herramientas didácticas y prácticas necesarias para impartir una asignatura, nuestras primeras experiencias son improvisadas e inseguras con lo cual generamos en el alumno una conducta de tedio y desinterés por la clase, pues ellos tienen la suficiente percepción para notarlo, creando con ello un ambiente destinado al fracaso, pues después de esas primeras “clases”, el alumno comienza a mostrar  entre otras cosas, inconformidad, rebeldía, apatía y quizás lo más destructivo para el entorno y los objetivos de enseñanza que se persiguen, una indisciplina tal que anulará prácticamente cualquier intento de aprendizaje.  Luego del fracaso inicial, el problema se recrudece cuando “ni el Maestro ni el Alumno quieren ir a esa clase” y lo hacen solo por obligación, y ambos buscan la “zona de confort” que les permita a ambos registrar su asistencia, con una complacencia compartida casi contractual, para salir del aula cuanto antes, unos a cobrar su clase y otros a buscar la manera de perder el tiempo. Aunque esto es una realidad, también es cierto que una vez concluido el proceso “ensayo error” mejoramos sustancialmente nuestro desempeño docente, más aún, si nos convencemos de la importancia de capacitarnos permanentemente para ser mejores y llevar calidad educativa a las aulas, esta especialidad, es un paso más en ese objetivo común.
    “El tiempo corre en mi contra”, dice el Maestro José Manuel Esteve, y en este sentido considero que el tiempo se acabó para México y para todos los que vivimos en este País, si queremos un verdadero cambio, hagamos un análisis honesto de nuestro desempeño docente, reconozcamos nuestros defectos y errores y comencemos ya, a prepararnos cada día para ser mejores docentes,  lo único verdaderamente importante para nosotros deben ser nuestros alumnos, nos debemos a ellos, por ellos tenemos un trabajo seguro y percibimos un sueldo,  para ellos debemos estudiar aún más  y prepararnos, para ellos estamos en esta especialidad, “NUESTROS ALUMNOS SON PRIMERO”. El tiempo se acabó, hagamos un frente común en nuestras aulas para evitar que la delincuencia organizada y el “sueño americano”, se lleven a nuestros jóvenes, si no lo hacemos, nos convertiremos en cómplices pasivos de la descomposición de nuestra sociedad, mejor,  mantengamos en ella a través de nuestros jóvenes, los valores morales, la cultura y el progreso.
    Atte. Gerardo Hernández Amador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario